El Dinero fíat, dinero por imperativo legal o dinero por decreto es el tipo de dinero hegemónico en todo el mundo desde 1971. El término proviene del latín fíat: Hágase, y hace referencia a su principal cualidad: Su emisión y valor dependen del Estado o conjunto de Estados que lo emiten.
Pese a que en el día a día utilicemos dinero, sus funciones o sus orígenes no son tan sencillos como puede parecer. Para entender qué es exactamente el Dinero fíat y los desafíos a los que se enfrenta, en este artículo vamos a arrojar algo de luz sobre estas preguntas.
¿Para qué sirve el dinero?
El dinero es una herramienta muy útil a la hora de gestionar la distribución de recursos dentro de la sociedad humana, las funciones que cumple son las siguientes:
Medida de Valor
El dinero nos permite asignarle un valor cuantitativo a prácticamente cualquier cosa, ya sea tangible o intangible. Es decir: podemos expresar con un simple número el valor de algo, ya sea una casa, nuestro tiempo trabajando o un viaje.
Reserva de riqueza o depósito de valor
El dinero permite expresar y materializar los ahorros y riquezas de cualquier persona. Este dinero se caracteriza por estar fuera -temporal o indefinidamente- del ciclo de intercambio de mercancías.
Instrumento de intercambio
El dinero permite que podamos intercambiar bienes y servicios, dando solución a uno de los fenómenos más antiguos de la historia de la humanidad: el excedente de una cosa y la carencia de otra. Por ejemplo, si una persona tiene un huerto de patatas y otra persona tiene vacas, gracias al dinero pueden intercambiar patatas y leche de forma precisa. Actualmente, uno de los intercambios más fundamentales es el de nuestro tiempo, habilidades y esfuerzo (en forma de trabajo) a cambio de un salario -en forma de dinero- con el que luego pagar todas las necesidades.
En ocasiones la función de Intercambio se divide en dos, separando de la misma la función de Medio de Pago a cambio de servicios o liquidación de deudas, sin embargo el pago es una forma de intercambio, con lo que en muchas ocasiones no se considera una función diferente.
Orígenes del Dinero Fíat
Para comprender qué es el Dinero fíat, primero tenemos que entender los orígenes del dinero y cómo se ha asignado el valor al dinero a lo largo del tiempo.
La primera forma de intercambio entre humanos fue el trueque, el cual da solución (desde la especialización de los humanos en distintas ramas de la producción) a la contradicción excedente-carencia: Tengo mucho de algo y poco de otra cosa. Sin embargo, el trueque presenta una serie de problemas, como la dificultad de transportar ciertos bienes a todas partes o de asignar un valor preciso y coherente. Ante este problema surgió el dinero, que en sus formas más primitivas podía consistir en algo tan simple como la sal, fenómeno del cual se deriva el concepto actual de salario.
Dinero Mercancía, el dinero que valía su peso en oro
Cuando hablamos de Dinero Mercancía hablamos de una forma de dinero cuyo valor se corresponde con el del material empleado en fabricarlo. Por ejemplo, una moneda de oro de 30 gramos valía lo mismo que cualquier pepita de oro de 30 gramos. Esta equivalencia reviste de una gran sencillez y es realmente intuitiva, motivo por el cual el Dinero Mercancía ha sido el tipo de dinero hegemónico durante miles de años, llegando su utilización hasta finales del siglo XIX d.C.
Pese a que el Dinero Mercancía adquirió múltiples formas a lo largo de la historia, la más icónica de todas es sin duda alguna la moneda. Durante la época del Dinero Mercancía, las monedas se han realizado de distintos metales y aleaciones, siendo el oro, la plata o el cobre algunas de las elecciones más habituales. La primera moneda acuñada oficialmente fue el estatero lidio, acuñado en el siglo VII a.C. en Anatolia, cuyos territorios están comprendidos por la actual Turquía. Esta moneda estaba hecha de electro, una aleación realizada a partir de oro y plata.
La gran ventaja del Dinero Mercancía residía en su durabilidad y sencillez, pero no todo lo que relucía era oro: muchas personas cedían a la inevitable tentación de limar las monedas para conseguir unas ganancias extra. Esta actividad, pese a estar condenada con la pena de muerte, alcanzó tal magnitud que en Reino Unido se estima que a finales del s.XVII solo 1 de cada 2000 monedas de plata era genuina. A este fenómeno se añade la práctica conocida como Envilecimiento de la Moneda, según la cual las entidades emisoras de moneda abarataban la calidad del material o aleación empleada en la fabricación de las mismas.
El valor de los metales
Por otro lado, el valor de los metales no se establecía de forma arbitraria: su valor estaba íntimamente ligado al de su rareza, cualidades y esfuerzos necesarios para extraerlos y refinarlos. Por este motivo el oro siempre fue más caro que la plata, o la plata más cara que el hierro. Esta realidad reviste un gran problema que se hizo patente en múltiples ocasiones: la aparición de nuevos yacimientos alteraba considerablemente la economía (como sucedió tras la Conquista de América), así como el descubrimiento de nuevas técnicas de extracción y refinado de la plata, que abarataban los costes asociados a su obtención y puesta en circulación, hicieron que el valor de las monedas de plata fluctuase en numerosas ocasiones.
Por último, pero no menos importante, la facilidad de transporte del dinero mercancía era significativa en comparación con los antecedentes históricos, pero transportar grandes cantidades de dinero seguía siendo una tarea realmente complicada y peligrosa que requería el empleo de grandes recursos y medidas de seguridad, especialmente cuanto menor fuera la calidad del material: una pequeña bolsa de monedas de oro tenía una equivalencia inmensa en monedas de hierro.
Dinero Fiduciario
Para solucionar la mayoría de problemas derivados de la utilización del Dinero Mercancía, a lo largo de la historia fue incrementándose de forma gradual la utilización de un nuevo tipo de dinero: El Dinero Fiduciario. El Dinero Fiduciario es aquel dinero cuyo valor por sí mismo es insignificante. Hablamos de trozos de papel en forma de cheques, billetes e incluso monedas metálicas cuyo valor como mercancía es muy inferior al del valor económico que representan.
Los primeros casos documentados de Dinero Fiduciario se remontan al papel moneda emitido por la Dinastía Song, en China, alrededor del año 1.000 d.C., y su finalidad no era otra que la de minimizar el esfuerzo asociado al transporte de grandes cantidades de dinero. Desde entonces, el Dinero Fiduciario ha ido ganando relevancia a lo largo del mundo debido a sus ventajas respecto al Dinero Mercancía, en paralelo al desarrollo de los pagarés y las letras de cambio, documentos que formalizaban la realización de un préstamo y la obligación de devolverlo bajo ciertas condiciones.
El Dinero Fiduciario alcanzaba su posición hegemónica al mismo tiempo que el Dinero Mercancía la iba perdiendo, especialmente a finales del s. XIX, cuando se considera que el Dinero Fiduciario, gracias al Patrón Oro, sustituía por completo el Dinero Mercancía y alcanzaba su apogeo.
El patrón oro
El Patrón Oro consistía esencialmente en que la moneda de cada país tenía un valor asociado a la cantidad de oro que el Banco Central de su país tuviera en las reservas, y donde cada ciudadano podía ir al banco e intercambiar su oro por papel moneda a una cierta equivalencia.
Cuando se producían desajustes entre países, la teoría era que se producía un movimiento de papel moneda u oro entre los Bancos Centrales de los mismos que reequilibraría el sistema, pero en la práctica el Patrón Oro contaba con una serie de desventajas y problemas, como la falta de flexibilidad respecto a crisis económicas, desastres naturales o inversión, pues no puedes imprimir más papel moneda si tu Banco Central no consigue más oro.
Los movimientos de oro entre unos países y otros causaban ciclos de expansión y contracción monetarias que no se correspondían con la situación económica del país, y algunos problemas persistían respecto al Dinero Mercancía, como la vulnerabilidad ante el descubrimiento de grandes yacimientos de metales preciosos o el descubrimiento de nuevas técnicas que alterasen el precio del oro en el mercado, así como la posibilidad de sufrir robos de dramáticas consecuencias en los Bancos Centrales.
Dinero Fíat
Poco antes del final de la Segunda Guerra Mundial, cuando las tornas habían comenzado a decantarse claramente en favor de los Aliados y la Unión Soviética, debido a la enorme devastación producida en Europa y el Sudeste Asiático se iniciaron una serie de reuniones encaminadas a coordinar los esfuerzos de reconstrucción. En este contexto tuvieron lugar a los Acuerdos de Bretton Woods, desarrollados a lo largo del mes de julio de 1944 en un enorme hotel situado en Bretton Woods, New Hampshire (EEUU).
En esta cumbre se pactaría la utilización del Dólar estadounidense como la moneda que sirviera de tipo de cambio a nivel internacional, debido a que la Reserva Federal de EEUU era en aquel momento la que contaba con las mayores reservas de oro del planeta. A raíz de ese acuerdo, todos los países miembro del FMI tenían la obligación de mantener un tipo de cambio fijo con el dólar estadounidense, respetando siempre un margen de flexibilidad muy reducido.
Sin embargo, menos de 30 años después y debido a una serie de prácticas monetarias cuestionables protagonizadas por los gobiernos de EEUU y Francia que buscaban explotar los resquicios de los acuerdos, Nixon decide suspender unilateralmente los acuerdos de Bretton Woods, dando lugar a que gradualmente todos los países del planeta hayan pasado a un modelo de tipos de cambio fluctuantes, en el que el valor del dinero no se corresponde con las reservas de oro de los países y cada Banco Central emite dinero a conveniencia. Este nuevo tipo de dinero pasaría a conocerse como Dinero Fíat.
¿Cómo se determina el valor del Dinero Fíat?
El valor del Dinero Fíat se establece a partir de la relación entre una serie de factores, los cuales revisten una gran complejidad y están íntimamente interconectados, dando lugar a una constante fluctuación de los tipos de cambio entre las distintas monedas. A grandes rasgos, los principales factores que afectan al valor del Dinero Fiat son:
- La oferta y demanda de esa moneda
- La inflación y las expectativas de la misma
- La tasa de interés
- La confianza que inspire el mercado económico en el que impera esa moneda. Si el PIB europeo aumenta, el valor del Euro aumenta
- Factores geopolíticos: Las guerras, desastres naturales y relaciones internacionales en general tienen un impacto directo en el valor de la moneda
- Especulación en los mercados financieros
El futuro del Dinero Fíat
El Dinero Fíat, al igual que todos sus predecesores, no está exento de polémicas y existen numerosos críticos de este modelo monetario. Entre las principales críticas se encuentran el excesivo peso del Estado y la Banca Privada en la emisión de papel moneda y dinero electrónico, actividades que sirven a intereses particulares pero que desvirtúan todo el sistema económico.
Actualmente existen distintas propuestas para modificar el panorama monetario imperante desde que en 1971 el Dinero Fíat se convirtiese en el modelo hegemónico, como por ejemplo la aparición de las criptomonedas, un tipo de divisa (habitualmente con existencias limitadas) que esquiva todo el circuito de control de las Instituciones monetarias tradicionales y ya ha copado los titulares en numerosas ocasiones. Sin embargo, actualmente las criptomonedas son increíblemente volátiles y cumplen una función muy limitada como medida de valor o intercambio.
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