
Dos de los términos más populares del mundo financiero en el vocabulario popular son invertir y especular. Estos dos términos se utilizan con mucha frecuencia, cuentan con una gran similitud y, curiosamente, el segundo ha alcanzado unas connotaciones negativas que el primero no tiene.
Ambo términos, invertir y especular, hacen referencia a la asignación de capital (es decir, una suma de dinero destinada a generar más dinero, reproducirse), pero cuentan con una serie de sutilezas que los diferencian. En este artículo vamos a explicar en qué consisten ambos términos, así como qué es lo que realmente los diferencia.
Comprender ambos términos y sus peculiaridades es fundamental para cualquier persona que quiera no solo profundizar su educación financiera, sino también todo aquel que se esté planteando cualquiera de las dos prácticas para ganar dinero.
¿Qué es invertir?
Cuando hablamos de invertir nos referimos a asignar recursos para generar un rendimiento a lo largo del tiempo, específicamente a medio y largo plazo. Este recurso suele ser habitualmente dinero, aunque puede ser nuestro propio trabajo. Sin embargo, lo que hoy nos ocupa es el término de la inversión financiera.

Invertir en este contexto es el proceso según el cual el inversor busca ganancias a partir de la compra de activos que pueden revalorizarse (para posteriormente venderlos) o bien generar ingresos recurrentes (como los dividendos).
Por ejemplo, una persona o empresa que compra una vivienda para alquilarla y obtener beneficios de dicho alquiler sería un inversor. Esto puede resultar algo confuso ya que el término de especulador se ha utilizado muy frecuentemente para referirse a las personas o empresas que adquieren múltiples viviendas. No te preocupes: antes de terminar de leer este artículo vas a entender perfectamente la diferencia entre invertir y especular.
Características de las inversiones
Para terminar de comprender en qué consiste invertir, debemos tener en cuenta sus características:
- Estrategia a largo plazo: Los inversores habitualmente mantienen sus apuestas durante años, décadas o incluso de forma indefinida. Por ejemplo, alguien que compra acciones de una empresa con vistas a revenderlas 20 años más tarde, obteniendo dividendos en el proceso.
- Valor intrínseco: Los inversores tienden a analizar el valor intrínseco del activo en el que invierten, como las tendencias del sector, situación económica, estado financiero, etc., determinando así si está infravalorado actualmente y por tanto tiene un buen potencial de crecimiento a largo plazo. Por ejemplo, invertir en fondos indexados del S&P 500 es algo que muchos inversores llevan haciendo desde hace décadas tras analizar el valor intrínseco de dicho índice.
- Baja dependencia de la volatilidad: Los inversores no buscan ni se preocupan de las fluctuaciones constantes del mercado, sino que apuestan por activos que se revaloricen lentamente a lo largo del tiempo.
- Riesgo bajo o moderado: Pese a que todas las inversiones conllevan cierto riesgo, los inversores buscan aquellos activos que tienen una relación equilibrada entre riesgo y rentabilidad, buscando activos con rentabilidades no demasiado elevadas pero que tengan una buena estabilidad.
- Ingresos pasivos: Muchos de los inversores apuestan por activos que otorguen ingresos pasivos, como pueden ser las rentas derivadas de los alquileres o los dividendos que algunas acciones generan, proporcionando un flujo constante de ingresos.
¿Qué es especular?
Es muy probable que, por descarte, ya hayas deducido cuál es la principal diferencia entre invertir y especular. Los especuladores buscan tomar posiciones en activos con la finalidad de obtener ganancias a corto plazo, ya sean horas, días o semanas.

Los especuladores no tienden a prestar demasiada atención al valor intrínseco de los activos en que invierten, sino que intentan aprovecharse de las constantes fluctuaciones del mercado, ya sea a través de trading activo u otras técnicas.
Características de la especulación
- Estrategia a corto plazo: Los especuladores intentan realizar sus operaciones en plazos de minutos, horas, días o semanas, buscando lucrarse de las constantes fluctuaciones del mercado.
- Precio: En lugar de centrarse en el valor intrínseco de un activo, intentan centrarse en los movimientos de precios y tendencias de los mismos en el mercado.
- Alta dependencia de la volatilidad: La especulación es especialmente rentable en los mercados volátiles, ya que un cambio brusco de precios puede suponer la oportunidad de, por ejemplo, comprar un activo poco antes de que este suba de precio y venderlo en cuanto este haya subido.
- Riesgo alto: Como imaginarás, la especulación ofrece grandes beneficios si la operación sale bien… pero no es precisamente un negocio seguro, ya que los movimientos del mercado son difíciles de predecir a corto plazo.
- Apalancamiento: Los especuladores tienden a apalancarse, es decir, a endeudarse para invertir. Hacen esto al confiar en que el tipo de interés de la deuda que contraen va a ser inferior a las ganancias que van a obtener con la especulación. ¿El problema? Que si la especulación no da beneficios, o incluso da pérdidas, tendrás que hacerte cargo de las pérdidas y también del pago de la deuda que adquiriste para poder invertir.
La diferencia entre invertir y especular
Como hemos comentado a lo largo del artículo, invertir y especular comparten la similitud de que ambas buscan asignar un capital para obtener ganancias, pero podemos encontrar algunas diferencias fundamentales.
Principalmente podemos hablar de los conceptos de plazo temporal y la relación recompensa-riesgo como las principales diferencias. Generalmente, invertir es un proceso a largo plazo, relativamente seguro y con unas ganancias moderadas. Por otro lado, especular es un proceso a corto plazo, más arriesgado pero con unas posibles ganancias mucho más elevadas.
Además, la metodología también difiere, pues la inversión se centra mucho más en el análisis del valor intrínseco del activo, mientras que la especulación presta mucha atención al precio, la tendencia del mercado, patrones, etc.
En conclusión, invertir y especular son dos acercamientos muy distintos en relación a la reproducción del capital, cada uno con sus propias ventajas y desventajas.
Es esencial que conozcamos todas las diferencias y cualidades propias antes de optar por una opción u otra, ya que la inversión es un acercamiento mucho más recomendable para inversores con un perfil más conservador, mientras que la especulación es una de las principales opciones para aquellos perfiles con una alta tolerancia al riesgo, pero que además tengan las cualidades correctas para detectar las oportunidades que el mercado presenta.
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