¿Qué es el scoring de crédito? Diseño de Mohamed Hassan, Pixabay

Si has solicitado (o vas a solicitar) un préstamo o una hipoteca, es muy probable que hayas oído hablar del concepto de scoring de crédito. Explicándolo de forma muy breve, se trata de una herramienta que utilizan las entidades financieras para estimar si vas a ser un cliente con mayor o menor riesgo de impago.

Esto se consigue a través de la evaluación conjunta de un grupo de datos sobre ti y tu fiabilidad como pagador, dando lugar a una puntuación o scoring. Si no tienes suficiente puntuación, no te concederán el préstamo o te impondrán peores condiciones.

Pese a que el scoring crediticio existe desde hace décadas, desde la crisis de los activos tóxicos y los sucesos recientes (como la pandemia y la guerra de Ucrania) los bancos están intentando minimizar de todas las formas posibles el riesgo de que un cliente deje de pagarles, aunque existan avales o puedan realizar ejecuciones hipotecarias.

En este artículo vamos a analizar, de forma sencilla pero precisa, toda la información esencial para que comprendas para qué sirve, por qué se ha vuelto tan importante, cómo funciona y qué podemos hacer para mejorar nuestro scoring de crédito.

¿Para qué sirve el scoring de crédito?

El credit scoring se ha convertido en una de las principales herramientas de las entidades financieras para analizar el riesgo de impago por parte de un cliente. Para entender su utilidad es necesario recordar cómo se realizaba la evaluación de riesgos antiguamente y qué consecuencias tuvo el modelo pre-scoring.

Cómo mejorar el scoring de crédito
Fotografía y diseño de Tung Nguyen, Pixabay.

Breve historia del scoring de crédito

Pese a que actualmente sea una herramienta financiera, los orígenes del scoring de crédito se remontan a 1936, y curiosamente a un campo que no era el de las finanzas, sino el de la biología. El reputado estadístico y biólogo Ronald Fisher publicaría un estudio en dicho año en el que aplicaría la estadística a la botánica, con la finalidad de crear un método que ayudase a distinguir entre tres especies distintas de plantas Iris, difíciles de distinguir hasta entonces.

Esto daría pie a que cinco años más tarde se comenzasen a aplicar las técnicas de Fisher a las finanzas, y desde ese momento se vinieron sucediendo una serie de avances técnicos en este campo por parte de distintos intelectuales y compañías. Sin embargo, estos avances técnicos se han venido potenciando enormemente en los últimos años gracias a los avances tecnológicos en campos como la informática o la inteligencia artificial.

En España el scoring de crédito, en modalidades más rudimentarias, comenzaría a utilizarse alrededor de 1983. Sin embargo, y dejando a un lado la importancia de los avances técnicos y tecnológicos, es importante comprender que el scoring de crédito juega un papel muy importante para el prestamista, el deudor y la sociedad en general.

Hasta hace no mucho, para conceder un préstamo se analizaba simplemente el patrimonio y los ingresos que tenía una persona o empresa, un proceso que, por cierto, resultaba bastante más lento de lo que hoy cabe imaginar, además de no ofrecer una perspectiva bastante subjetiva del riesgo de impago.

A mayor riesgo de impago, los bancos requerirán el cobro de un mayor número de intereses, pero pese a que puedan embargar tu patrimonio en caso de impago, es posible que tu patrimonio se haya devaluado por debajo del valor que todavía debías, con lo que el banco saldría perdiendo dinero.

Algunos bancos, a sabiendas de este riesgo, practicaron una política realmente agresiva durante años al conceder millones de las famosas hipotecas subprime, es decir, hipotecas con un riesgo excesivo de impago y/o devaluación del activo. Esta fue una de las principales causas de la crisis de 2008, y desde entonces (y cada vez más con las nuevas crisis) se han endurecido enormemente los análisis y requisitos de las entidades bancarias para conceder hipotecas o préstamos de cierta cantidad.

¿Cómo funciona el scoring de crédito?

Pese a que existen múltiples y variadas técnicas para evaluar tu scoring, algunas de ellas compatibles entre sí y que pueden involucrar modelos paramétricos o no paramétricos (como las redes neuronales), la mayoría de los bancos reunirá una serie de datos que, después, introducirán en un modelo informático para que sea este el que calcule la fiabilidad que ofreces tú o tu empresa como deudor.

Las principales variables que se suelen tener en cuenta, divididas entre cualitativas y cuantitativas para mayor claridad, son las siguientes:

  • Cualitativas
    • Sexo
    • Lugar de residencia
    • Nivel educativo
    • Profesión
    • Estado civil
    • Finalidad del préstamo
    • Presencia (actual o pasada) en ficheros de morosos y cantidad adeudada
    • Actuación en créditos o hipotecas anteriores
  • Cuantitativas
    • Edad
    • Nivel de ingresos
    • Capacidad de pago en relación a ingresos
    • Número de personas a su cargo (dependientes económicos)
    • Tiempo en el empleo actual y anteriores
    • Tiempo en la vivienda actual y anteriores
    • Número de vehículos y valor venal de los mismos
    • Otras propiedades o activos

La calificación de crédito

Una vez el banco haya conseguido todos estos datos -y puede que alguno más- obtendrá de su sistema informático el famoso scoring de crédito, calificación de crédito o calificación crediticia, la cual puede enumerarse de distintas formas, aunque lo más habitual es que sea una valoración numérica.

En esta valoración numérica, que por ejemplo en el caso del Banco Santander va desde 300 hasta 850, cuanto más alto sea tu número, más fiable se te considera. Esta tendencia a reconocer fiabilidad con un número más alto es transversal a todas las entidades bancarias españolas cuando evalúan a posibles clientes de préstamos o hipotecas.

¿Qué es la calificación crediticia?
Fotografía y diseño de Tung Nguyen, Pixabay.

Si tienes un número muy alto, significa que tendrás más poder de negociación para conseguir unas condiciones más favorables, como por ejemplo unos intereses más bajos o no tener que incluir un aval. Por otro lado, si tienes un número muy bajo pero sigues entrando dentro del umbral aceptable del banco, seguramente te intenten imponer un tipo de interés y condiciones más negativas, además de requerirte que alguien actúe como avalista.

Cómo mejorar tu scoring de crédito

Lo primero de todo, recuerda que el scoring de crédito no tiene por qué funcionar igual en todos los bancos. Esto quiere decir que para algunos bancos es obligatorio que te encuentres en cierto umbral, mientras que para otros es meramente orientativo, o que simplemente lo calculen de forma distinta.

Sin embargo, la forma de hacer que tu puntuación aumente es mantener una buena salud financiera, demostrando que eres un deudor fiable y con buena capacidad de pago. Entre otras cuestiones, es muy recomendable que intentes:

  1. Controlar tu nivel de deuda en función de los ingresos, no superando nunca las cuotas de tus deudas el 30% o 35% de tus ingresos.
  2. Evitar el sobreendeudamiento, es decir, contratar varios préstamos al mismo tiempo.
  3. Pagar siempre tus deudas en los plazos estipulados o antes de los mismos, pues un retraso será percibido como un signo de posibles problemas o falta de fiabilidad.

En general, recuerda que un banco y cualquier entidad financiera quiere prestarte dinero, porque cobra intereses, pero al mismo tiempo ninguna entidad financiera moderna está interesada en que tengas problemas para devolverlo, porque eso supone problemas para ella. Simplemente, están buscando a aquellas personas que inspiren mayor confianza.


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